viernes, 16 de agosto de 2013

El color naranja


No tuve la infancia del niño del metro
sudando
con los ojos abiertos
y ahogado al nivel de las caderas

Corrí para llegar a casa
y tomé
para llegar en línea directa
la ruta Perimetral

Cobraba 
              -hace tanto-
                                  siete pesos el taxi
que los sábados nos llevaba, bien vestidos
a San Manuel, por Río Papagayo

Papá compró un vocho color naranja
de tono óxido
donde cabían cinco
y subíamos seis
                               -la familia-
más los invitados
y al salir, la gente contaba
del uno al ocho
o al nueve, o al diez

Esa señora se mueve
y aplasta al niño
que responde con gestos
“Ya vamos a salir”
lo calman

Cuando se abren las puertas
del tren anaranjado
¿Cuántas personas salen?


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